20 de septiembre de 2013

Antojología Sonámbula

Parte del prólogo escrito por el gran Juan Pas 

ANDAR JUNTOS

“Sé hablar de los días terribles/ sin que el pulso se me caiga” Carmen Saavedra

“cualquier cosa es buena a condición de deambular” Alejandro Chiri


GOCE Y ESPANTO

Desde luego, este es un libro impreso, como cualquier otro, pero bajo condiciones y circunstancias particulares que lo hacen nuevo. No se trata de abrigar palabras con cartones sino de irrumpir con una literatura por momentos inquietante y por momentos eufórica. Hablo como si los escritores fueran uno solo pero lo cierto es que en un momento se han encontrado para compartir sus voces y ahora que andan juntos se han puesto a decir cosas.
Para empezar, este libro es un acontecimiento atípico en la literatura de Salta. Primero, representa la consolidación de una comunidad de escritores que han venido publicando en la revista Sonámbula desde hace tres años en formato papel, gratuita, y en Facebook y Blogger. Aquí la colectividad no es un efecto de la obra sino parte de su proceso.
Segundo, habremos de cruzar nuestros caminos con escrituras alejadas de las actitudes postradicionales de otras comunidades coetáneas. Más bien han superado las limitaciones de los legados del siglo XX local con una apuesta por la diversificación y la donación de la palabra como era impensable en otras épocas. No sólo eso, hacen algo muy necesario e importante: inyectan en las arterias esclerosadas de estas tierras una buena dosis de narrativa y humor.
Por supuesto, y no es un detalle menor, la poderosa presencia de escritoras como Lía Sosa, Fernanda Escudero, Fernanda Salas, Elizabeth Díaz y Cecilia Toconás nos conducen a través de sensibilidades intensas. También, si no nos queremos perder nada, este libro es el festejo que realizan los cuerpos cuando viven el presente.
Resulta interesante pensar que los cuerpos que ha tomado mucha de la literatura argentina tenían el signo de un desaparecido. Eso no ocurre aquí, sobre todo en los cuentos y muy especialmente en la poesía de César Martínez, donde el otro es la apelación de un cuerpo presente, mutable, efímero y gozoso.
Lo que sí ocurre guarda relación con las distorsiones de los sentidos producto de una imaginación atravesada por la cultura popular, Gokú, el diario chiquito de Salta, los Simpsons, los zombis, el resto del animé, el cosplay, Crónica TV, la década ganada, la teoría de las cuerdas, los Wachowski, los desperfectos y los pasadizos de la Saltrix.
Debajo de todo, el ego de un hombre pequeño, en los términos de Reich, destruido por el poder y sus tentáculos multimediales. Pienso en Evasión, de Lía Sosa, y en Super Saya Gym, de Rafael Caro.
A propósito de esto último, quienes escriben asumen que su palabra circula en una sociedad ficcionalizada por los discursos sociales, en especial los de la política, los medios de comunicación y la publicidad. Algunas de las historias y los poemas que encontrarán aquí nos plantean una duplicidad intercambiable entre lo que es real y lo que es ficticio. No tenemos certeza del origen de la confusión, si el dinero o una profunda vanidad humana desquiciada.



Juan Pas,
en el mirador del alto yuyo,
31/08/ 2013

1 comentarios:

Anónimo dijo...

donde conpro el libro, estoy intrigado por leerlo.
cesar martinez